Coincide esta conversación con el día en que en el Parlamento de Cataluña se está haciendo el debate sobre la pobreza. Al parecer, se han hecho declaraciones de muy buenas intenciones, con reparto de "culpas" a los "otros", pero sin concretar programas y actuaciones que abran caminos para solucionar estos déficits.
Asimismo, la crisis de refugiados va aumentando y se va "enquistando", por lo que el planteamiento global de Europa -quizás salvo Alemania- va consolidando unas pautas de cierre de fronteras que están en contradicción con la propia esencia y definición de la Unión Europea. Y en los medios no hay suficiente visibilidad a las situaciones de refugiados de países de África y Asia que -como que no vienen hacia Europa- tenemos la sensación de que "no nos afectan".
Aparte de los grandes planteamientos estratégicos, afortunadamente las entidades van actuando en su ámbito "como una hormiguita", resolviendo problemas concretos de personas concretas. Pero se echa en falta una actuación decidida de los gobiernos y la administración pública.
En estos momentos se está generando un ambiente de falta de lucha para salir adelante, y eso se nota incluso en que han disminuido las personas que piden ayuda económica para llevar adelante un plan de empresa a entidades que facilitan microcréditos y ayudas similares.
Hay que seguir incidiendo y facilitando aquellos procesos que han dado buenos resultados de cohesión social: el conocimiento mutuo de las personas involucrándolas en proyectos colectivos que faciliten la "mezcla". De esta manera se rompen los estereotipos.