A lo largo del año se repite con frecuencia el hecho de la llegada a nuestro barrio de personas que no conocen el idioma.
La situación es particularmente difícil, porque impide los primeros pasos en el nuevo país, y las personas se ven abocadas a la exclusión social. En los chicos y jóvenes dificulta le escolarización, y en los mayores la relación social y la inserción laboral.
Se les enseñan los conocimientos fundamentales (vocabulario, conversación...), tanto en catalán como en castellano, que les permiten una primera relación social.