Hoy la gripe y los resfriados han hecho que seamos sólo siete personas en la conversación, pero ha sido igualmente enriquecedora para todos.

 

Hay que seguir cuidadosamente los proyectos, para garantizar la correcta utilización de los recursos. En el caso de proyectos en el mismo entorno es más fácil el seguimiento. Pero en los proyectos en otros países es fundamental tener un partenaire de confianza que asegure los resultados, pero también hay que ir a ver el desarrollo de vez en cuando.

 

Un factor fundamental para el éxito es la implicación en los proyectos de los mismos beneficiados. Esto se consigue muchas veces por el trabajo imprescindible del voluntariado, que con su ilusión y capacidad de sacrificio consiguen unos resultados muy superiores a lo que cabría esperar.

 

Pero no siempre es así. A veces las cosas no salen tan bien como esperábamos, por diversos motivos; y entonces se debe superar el desánimo y volver a empezar después de un atento estudio de las causas. Quizás se debe cambiar el enfoque del proyecto o quizás el voluntariado no es el adecuado.

 

Pero también hay que tener presente que a veces hay beneficiarios que no quieren salir de su situación. Así por ejemplo, hay gente que no quiere trabajar, porque ya viven bien con el Pirmi.

 

La relación personal entre cada beneficiado y cada persona voluntaria es el mejor medio para superar estas dificultades.