Diversas experiencias de colaboración entre entidades han centrado buena parte de la conversación
La entidad Xamfrà, que ha recibido cuatro premios este año, es un buen modelo de cohesión social, consiguiendo a través de la música la interrelación entre personas de muchas procedencias. En este sentido es un planteamiento similar a Braval, donde las actividades pivotan sobre el deporte colectivo.
Afortunadamente, aquí no tenemos el problema de las maras (mafias) que tienen en El Salvador y otros países latinoamericanos, que dificultan la paz social, la relación entre las diversas etnias, e impiden incluso la escolarización de los niños, dándose casos extremos de jóvenes con titulación que no pueden conseguir trabajo por la falta de movilidad impuesta.
Se valora la formación de los jóvenes, que les permite la incorporación a los circuitos laborales, logrando así el ascensor social.
Constatamos que los medios de comunicación van dando cada vez más una visión más precisa de la realidad de los barrios y los colectivos con dificultades, destacando las actuaciones positivas que fomentan la convivencia. Pero todavía hay que poner más esfuerzo en este aspecto.
El éxito de la gran recogida de alimentos de hace unos días -absolutamente necesaria- no nos debe hacer olvidar la necesidad de la formación de las personas, para evitar el peligro de ir consolidando una sociedad "receptora de ayudas". Primero, dale un pez; y al mismo tiempo enséñale a pescar.