53. Conversación de enero 2012
Se deben adecuar los procesos de integración a medida que cambian las circunstancias.
En este momento empieza una caída de la inmigración. Algunos se van, y muchos otros ya no vienen, porque el mercado de trabajo no los pide.
Las dificultades de otros momentos ya están superadas y ahora nos encontramos con una situación de desencanto, que provoca angustia y desesperanza.
Al mismo tiempo, los hijos de aquella primera inmigración se están abriendo paso en la sociedad y ya no querrán volver de ninguna manera al país de origen, porque son de aquí y se sienten de aquí.
Esto hace que debamos estar vigilantes ante posibles problemas de convivencia fruto de la afirmación de la su propia identidad, que han provocado situaciones de tensión en algunos lugares. Afortunadamente estos problemas en nuestro país han sido muy puntuales.