Son ya muchos años de tradición las colonias en Can Comalada, una casa en el campo rodeada de instalaciones deportivas, campos y bosques para jugar. La llegada tiene todo su encanto pues hay que tomar el tren hasta Mataró, un autocar hasta Argentona y caminar un rato hasta la casa, que llenamos por completo.
El mal tiempo, la gripe de Xavi que no pudo venir, no contar con las habilidades culinarias de Jordi Comas -el Master Chief de las anteriores convivencias- no han sido sino metas a superar con éxito.
El domingo de Ramos lo vivimos entre Argentona con la Bendición del Ramos en la plaza de la iglesia, y la visita al Castillo de Burriac.
Todo tipo de deportes, juegos de noche y de interior, hacerse la comida, poner la mesa o lavar platos y utensilios en la cocina, estudiar y poner orden en la habitación han sido actividades educativas y lúdicas al mismo tiempo.